No  oigo

Por Víctor Barrera

Es probablemente la respuesta mas entupida que un titular del Poder Ejecutivo  de cualquier nación puede dar al clamor de la gente para que actúe de manera correcta para reducir los altos índices de violencia en su país.

Y lamentablemente esta fue la respuesta, con tono de chiste porque así lo demostró su mueca de sonrisa o burla, que el inquilino de Palacio Nacional  manifestó ante la pregunta sobre  los cinco jóvenes  desaparecidos en Lagos de Moreno Jalisco, pero con repercusión a miles de personas que han sufrido el mismo delito.

Probablemente, sea verdad que no haya escuchado la pregunta, como ahora intenta justificarse, pero  su gente encargada del área de comunicación, tuvo que haberle dicho que su respuesta daría pie a una andanada de comentarios, por tanto para evitar una escalada  mayor, tendría que responder de alguna sea a través de un comunicado, un video o en redes sociales  pero tendría que establecer su opinión y que va hacer sobre el tema.

Pero esto no ocurrió, y no dudo que alguien  cercano al tabasqueño, hasta haya aplaudido la respuesta y comentado que así había sorteado  una avalancha de preguntas.

Pero más allá de solucionar el problema simplemente  la respuesta quedo como la salida fácil de alguien a quien  poco le interesa el bienestar de la gente y solo esta esperando  mantener las continuidad de su partido en el poder.

Es por ello que cada uno de los mexicanos deberíamos responderle de la misma manera al  nacido en Macuspana, Tabasco y decirle que no lo oímos y esperemos termine su  mandato para que se vaya a su rancho  y no vuelva más  a seguir  destruyendo a nuestro país.

México esta pasando en una etapa de violencia que supera por mucho  la que se ha vivido en pasadas  administraciones. Porque esta violencia es generada por aquellos grupos que sintiéndose intocables, porque a decir del titular del Ejecutivo, también tienen derechos, y por ello, ante la patente de corso que se les otorga, han establecido su  poder de violencia a través de muchas formas, sin que el gobierno federal actúe al respecto.

Estos grupos criminales han capitalizado ese temor del mandatario para enfrentarlos para nuevamente hacer rehén a la población a través de infundir miedo, quitar ingresos y sobre todo  establecerse en un tercio del territorio mexicano haciendo al amparo de falta de aplicación d la leyes del país, sino aplicando sus propias leyes.

La política de “abrazos no balazos”, para la seguridad del país ha demostrado, desde un principio, que solamente  pone a los mexicanos de rodillas ante el llamado  crimen organizado,  y así ha quedado demostrado  en hechos las múltiples visitas de López Obrador  a Badiraguato, para saludar a la mamá del Chapo Guzmán, o lo que hemos vivido de manera constante desde los comicios del 2018, donde el secuestro, la amenaza y el asesinato de algunos candidatos opositores permitieron que Morena lograra  obtener el triunfo en gobernaturas, alcaldías y   congresos locales.

Hechos que luego son cobrados para que las autoridades no interrumpan  el  trasiego de estupefacientes,  trata de personas y algunos otros delitos que realizan esos grupos criminales  obteniendo el control  total de regiones del país.

México debe despertar y evitar esa continuidad o de lo contrario  seguiremos bajo el yugo de la violencia, las amenazas, la desaparición de personas, la trata de las mismas, el cobro de piso para realizar una actividad productiva y legal.

Tenemos una herramienta importante, el voto, no dejemos que el valor de ese voto se vaya  a la basura a cambio de dadivas que no mejoran la calidad de vida y solo atan la libertad de elegir.

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