Ecuador declara estado de emergencia tras asesinato de candidato presidencial

El candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio, segundo en intención de voto, fue asesinado la noche del miércoles en Quito, tras lo que el gobierno declaró este jueves un estado de excepción para garantizar el desarrollo de los comicios, cuya fecha se mantiene el 20 de agosto.

Candidato de los movimientos de centro Construye y Gente Buena, y que había denunciado la semana pasada amenazas contra él y su equipo de campaña, Villavicencio murió al ser baleado cuando abandonaba un polideportivo en el norte de la capital después de encabezar un mitin.

El mandatario Guillermo Lasso responsabilizó del ataque a miembros del “crimen organizado“, a quienes advirtió que “les va a caer todo el peso de la ley“.

El periodista era uno de los ocho presidenciables  para las elecciones generales anticipadas en Ecuador, un país golpeado en los últimos años por la violencia vinculada al narcotráfico.

“La fecha de las elecciones previstas para el 20 de agosto se mantienen inalterables“, dijo la titular del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, en una declaración conjunta con Lasso divulgada por YouTube tras una reunión del gabinete de Seguridad y altos funcionarios de otras entidades estatales que se extendió hasta la primera hora del jueves.

Las autoridades dialogaron de urgencia en la sede de gobierno a raíz del atentado contra Villavicencio, que dejó nueve heridos (incluidos una candidata a asambleísta y dos policías). Un presunto atacante también falleció a causa de un cruce de balas con personal de seguridad y seis personas están detenidas, según la Fiscalía.

Atamaint agregó que las Fuerzas Armadas y la Policía “redoblarán la seguridad” a fin de que los comicios “se desarrollen con garantías para elegir libremente, en paz y con seguridad“.

Para garantizar la celebración de las elecciones, el mandatario declaró el estado de excepción por 60 días en toda la nación, lo que le permite movilizar a militares en las calles.

Además declaró tres días de luto nacional “para honrar la memoria de un patriota”.

“Este es un crimen político que adquiere un carácter terrorista y no dudamos que este asesinato sea un intento de sabotear el proceso electoral”, sostuvo Lasso.

Luego de una masacre carcelaria por enfrentamientos entre presos con nexos con el narco y el asesinato de un alcalde mientras recorría una obra, el gobernante a finales de julio decretó el estado de excepción para la localidad de Durán (suroeste) y las costeras provincias de Los Ríos y Manabí, donde se registran los más altos índices de violencia.

El médico Carlos Figueroa, amigo de la víctima y que le acompañaba en el momento del atentado, manifestó a la prensa que los atacantes realizaron alrededor de 30 disparos.

“Lo emboscaron en la parte externa” del polideportivo, recordó. “Algunos (de los presentes) hasta creyeron que eran fuegos pirotécnicos“.

El diario El Universo, el principal del país, señaló que Villavicencio fue asesinado “al estilo sicariato y con tres tiros en la cabeza“. La policía detonó un artefacto explosivo colocado en el sitio del atentado.

“Este crimen no va a quedar impune (…) el crimen organizado ha llegado muy lejos”, advirtió previamente Lasso, quien dice sostener una guerra contra el narcotráfico que ha generado que la tasa anual de homicidios casi se duplique en 2022 a 25 homicidios por cada 100 mil habitantes, y matanzas carcelarias que dejan más de 430 reclusos muertos desde 2021.

Villavicencio, ex miembro de la Asamblea Nacional disuelta por Lasso en mayo para dar paso a los comicios anticipados, aparecía segundo en la intención de voto con 13.2 por ciento, detrás de la abogada Luisa González (26.6 por ciento), única mujer en liza y afín al exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), según la última encuesta difundida por la empresa Cedatos.

Estados Unidos, España, Chile, la Unión Europea y la misión de observadores de la OEA condenaron por separado el crimen, que fue tildado de “detestable” y “salvaje“.

González y otros candidatos presidenciales como Yaku Pérez (líder indígena de izquierda, tercero con 12.5 por ciento), Otto Sonnenholzner (exvice de derecha, cuarto con 7.5 por ciento) anunciaron la suspensión de sus campañas y deploraron el asesinato.

Hace una semana, Villavicencio -acérrimo opositor al correísmo- denunció amenazas contra él y su equipo de campaña supuestamente provenientes del líder de una banda criminal ligada al narcotráfico que esta detenido.

Las Fuerzas Armadas señalaron en un comunicado divulgado por la red social X, antes Twitter, que están “férreamente unidas para respaldar a la democracia y actuar de inmediato para combatir a quienes pretenden aterrorizar a la población, atentar contra la democracia y destruir la paz”.

Como periodista, Villavicencio destapó un esquema de corrupción que salpicó a Correa, quien desde 2017 vive en Bélgica y fue condenado en ausencia a ocho de prisión.

Después ejerció como presidente de la comisión legislativa de Fiscalización, donde continuó denunciando casos de corrupción.

La violencia dentro del actual proceso electoral también deja el asesinato de un aspirante a diputado. Antes de los comicios locales celebrados en febrero, dos candidatos a alcaldías fueron asesinados.

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