Este lunes 17 de julio, Rusia declaró que el acuerdo de exportación de granos del mar Negro llegó a su fin “de facto” y no será renovado. El pacto debía tomar fin este lunes al final del día.
“Rusia ha notificado oficialmente a las partes turca y ucraniana, así como a la secretaría de la ONU, su objeción a la prórroga del acuerdo”, declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, a la agencia estatal de noticias TASS.
Rusia afirma que sus intereses no están suficientemente representados en el acuerdo.
Según Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, “en cuanto se satisfaga la que concierne a Rusia, este país volverá inmediatamente al acuerdo sobre el grano”.
El portavoz del Kremlin explicó que esta decisión no tenía ninguna relación con el ataque ucraniano al puente de Kerch (Crimen) el domingo por la noche, en el cual murieron al menos dos civiles. Este puente es el único enlace por carretera que conecta Rusia con la península anexionada de Crimea y que permite a las fuerzas rusas abastecer a los frentes en el sur de Ucrania.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el lunes de “medida cínica” la decisión de Rusia. También dijo que la UE sigue comprometida para garantizar la seguridad alimentaria de los países más pobres. El jefe de la política exterior de la UE, Joseph Borrell también culpó a Rusia por una decisión “injustificada” que instrumentaliza el “hambre de la gente”.
Por su parte, el sindicato ruso de exportadores de grano Rusgrain declaró que sus miembros planean seguir suministrando grano ruso a sus clientes a precios competitivos.
“Rusia es el mayor proveedor de trigo del mercado mundial (…). Se cumplirán todas las obligaciones contractuales de los exportadores rusos de grano”, dijo.
Logrado por la mediación de Naciones Unidas y Turquía, el acuerdo fue firmado en Estambul en julio de 2022 y ya ha sido renovado dos veces.
El pacto permite a Ucrania exportar sus cereales a través del mar Negro para poder entregarlas a los países que dependen del grano ucraniano, especialmente los países más vulnerables.
En el último año, el acuerdo ha hecho posible la salida de casi 33 millones de toneladas de cereales de los puertos ucranianos a pesar de la guerra.
Después del anuncio de Moscú, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan afirmó que Putin quería seguir con el acuerdo.
“A pesar de la declaración hecha hoy, creo que el presidente ruso Putin quiere la continuación de este puente humanitario”, dijo Erdogan.
El ministro turco de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, deberían hablar del asunto este lunes. Además, el presidente turco anunció que se reunirá con Vladimir Putin en Turquía en agosto.
“Discutiremos cómo podemos actuar para abrir el camino al transporte de fertilizantes y grano rusos”, añadió Erdogan.
Moscú dijo repetidamente que sus intereses habían sido ignorados en el acuerdo, amenazando con salir de lo firmado. Según el Kremlin, no se han cumplido las cláusulas que permiten la exportación de alimentos y fertilizantes rusos.
“Solo cuando se reciban resultados concretos, y no promesas y garantías, Rusia estará dispuesta a considerar el restablecimiento del acuerdo”, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Unas de las exigencias que Rusia considera incumplidas son la reconexión de su banco agrícola, Rosseljozbank, al sistema bancario internacional SWIFT, el desbloqueo de la logística y seguros de transporte o el levantamiento de sanciones sobre las piezas de recambio de la maquinaria agrícola.
El acuerdo sobre cereales permitió reducir el coste mundial de los alimentos y ha hecho posible llevar ayuda a países que sufren una grave escasez de alimentos, como Afganistán, Sudán y Yemen.