La pausa que puso el Banco de México en el ciclo alcista que mantenían las tasas de interés no significa descartar otros incrementos en caso de que estos sean necesarios, así se informo en las minutas publicadas este jueves.
Debe recordarse que el Banco Central decidió por unanimidad mantener la tasa en 11.25 por ciento, interrumpiendo 15 incrementos al hilo y 725 puntos base.
Durante la discusión, un integrante de la Junta de Gobierno resaltó que el entorno de elevada incertidumbre sobre el proceso inflacionario obliga a actuar con suma cautela y favorecer una postura flexible hacia delante.
“Agregó que no puede descartarse que se requiera mayor o menor apretamiento. Argumentó que debe comunicarse que una pausa no significa que el Banco de México haya concluido su trabajo, ni que necesariamente esta vendrá seguida de un relajamiento”, reveló la minuta.
Bajo este panorama, el miembro explicó que debe indicarse claramente que se responderá acorde con las circunstancias económicas.
Otro miembro de la junta señaló que ya se alcanzó una postura suficientemente restrictiva para hacer frente a la elevada inflación y al parecer se alcanzó una tasa terminal “sin que ello implique estar exentos de algún ajuste posterior o el fin de la restricción monetaria”.
“Subrayó que podría requerirse de algún incremento adicional a la tasa objetivo en caso de que la inflación no descienda”, dijo este integrante de la junta de gobierno.
Otro miembro precisó que si bien la postura monetaria es sólida y consistente con un proceso para disminuir la presión inflacionaria, hacia delante se vislumbra un panorama que seguirá siendo complejo.
“Es difícil anticipar el tiempo por el que la tasa de referencia se mantendría en su nivel actual. Opinó que es muy prematuro comenzar a discutir sobre posibles recortes de tasa”, manifestó este integrante.
Hasta abril la inflación general se ubicó en 6.25 por ciento anual y la subyacente en 7.67 por ciento; ambos componentes ligan tres meses desacelerándose.
Un integrante dijo que la configuración de las presiones inflacionarias aún es delicada y que el elevado nivel de incertidumbre refuerza la importancia de mantener un enfoque flexible y dependiente de los datos.
“La comunicación debe ser clara para propiciar una adecuada formación de expectativas y un comportamiento ordenado de los mercados”, dijo este miembro de la junta
Finalmente, otro integrante precisó que ante la persistencia de la inflación subyacente y la incertidumbre deben mantenerse vigilantes para tomar las acciones necesarias.
“Habiendo pausado el ciclo alcista, el Banco de México puede hacer uso de la comunicación como una herramienta para continuar apuntalando la solidez de la postura monetaria”, manifestó este integrante.