Por Víctor Barrera
La explicación que dio el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, nos comprueba que este gobierno prefiere seguir mintiendo y pateando el bote para intentar mantener los niveles de deuda por debajo del por ciento de Producto Interno Bruto (PIB) de México.
Sin embargo en términos reales la deuda si tendrá un incremento y el pago de ella también se amprará, porque tendrán que pasar a años para cubrir el total de la compra
No hay manera de considerar la compra de las 13 plantas de generación eléctrica de la compañía española Iberdrola como una buena decisión
Solo es buena para la empresa privada porque obtiene liquidez, ayuda a sus planes de cambio en su matriz energética y de paso le quita presiones políticas del régimen de López Obrador.
Para el país no hay mayor ganancia en la generación de electricidad porque esas plantas tenían un trabajo dedicado a la proveeduría de la Comisión Federal de Electricidad, sólo que ahora los riesgos de operación se traspasan a la empresa productiva del Estado.
Así, un gasto de 5,943 millones de dólares no aporta realmente nada al país y sólo abona al discurso del nacionalismo rancio de López Obrador.
Entonces se demuestra que esta compra simplemente fue para cumplir otro capricho de López Obrador y no presentara un beneficio para el resto de la población, porque aun cuando se diga que la Comisión Federal de Electricidad /CFE) ya no pagará por la energía que le compraba a Iberdrola, tampoco aumentara la cantidad de esta que se produzca de las plantas.
Por lo tanto y tomando en cuenta que también estas plantas tienen un tiempo efectivo de vida, y un costo de mantenimiento, esta operación no significa un paso hacia adelante para disminuir los costos de las mismas.
Ahora para realizar el pago de los 6 mil millones de dólares o 110 mil millones de pesos la explicación del Ramírez de la O es simple, pero sin profundizar de donde se sacarán esos recursos y que tanto afectará en el desarrollo y crecimiento de otros sectores productivos.
Lo que manifestó fue que el capital invertido en esta compra se recuperará en 10 años, lo que nos deja que será hasta el 2034 cuando empiece a generar ganancias, pedro como es un servicio que el Estado debe proveer a la población con precios bajos, estas ganancias serán mínimas y solo servirán para el pago del mantenimiento de las plantas, si aun son útiles construcción de otras.