Por Víctor Barrera
En los últimos días la paridad del peso frente al dólar hace ver a nuestra moneda fuerte, algo que pretenden maximizar este gobierno, y por ello se trata de manifestar en cualquier foro que el peso “fortachón” es un resultado positivo para los mexicanos.
Y es mitad cierto y mitad mentira, porque una moneda fuerte no solo debe ser producto de una política cambiaría, sino de una fortaleza económica de una nación.
Lamentablemente esa fortaleza económica no es precisamente una característica de México, porque a pesar de tener ese peso “fuerte”, nuestra economía todavía esta en riesgo de caer en una recesión con índice alto de inflación, si no se aplican las políticas publicas para incentivar la entrada de capital privando en los diferentes sectores productivos.
Es cierto que nuestro peso se ha colocado ya por debajo del piso de los 18 pesos por dólar, pero esto de poco sirve a los mexicanos porque la inflación sigue estando en niveles altos, el costo del dinero esta por encima del 10 por ciento y los precios de los productos están por encima del costo de un dólar.
Esto lo ven cada día las ama de casa, que salen al mercado a realizar la compra de los alimentos y se encuentran con que el precio de la tortilla esta en 22 y hasta 25 pesos el kilo, el huevo esta ente los 42 y 48 pesos, el jitomate en 25 pesos por kilo, el fríjol entre los 38 y 42 pesos el kilo, el arroz en 23 pesos, es decir, un dólar no compra siquiera un kilo de estos productos básicos.
A esto sumamos que el costo de los combustibles también está por encima de los 20 pesos, las gasolinas y el gas lp en 21.
Entonces de nada sirve tener un peso fortachón si no nos sirve para comprar una mayor cantidad de productos alimenticios y el pago de combustibles.
Sobre la posibilidad de mantener una inflación alta, esto sigue latente después de que el año pasado la mayoría de los países presentaron una baja en sus índices de inflación, a cambio se elevo el costo del dinero, pero en enero y febrero esta baja se revirtió y se volvió a observar un incremento en los índices de inflación.
Este problema se agudizara más en México, de no aplicarse políticas que incentiven la participación de la inversión privada para la generación de riqueza y empleos.
México entonces sufre de bajas tasas de crecimiento combinado con alto índice de inflación lo que pulveriza el salario de muchos de los trabajadores en México, aumentando con ello el numero de en pobreza.
La política de Austeridad y Ahorro de poco sirvió, porque es cierto que hubo menos gastos en algunos sectores, pero ese ahorro que se obtuvo no se aplica en la creación de fuentes de empleos, porque las mega obras de este gobierno las realiza el ejercito, con ello se reduce el numero de empresas proveedoras para cada proyecto y por supuesto el numero de empleos generados.
Ojala y este gobierno deje de pensar en mantener el poder y se ponga a trabajar en lo que es mayor prioridad, como el crecimiento económico del país, con salarios que sean más que suficiente para satisfacer las necesidades de la gente y entonces una económica robusta aunada a una moneda fuerte, seria otro panorama para los mexicanos.
Lamentablemente las prioridades de este gobierno no son las de México y sus pobladores.