El gobierno de México requiere propiciar un entorno económico que impulse el crecimiento a corto y mediano plazo con el fin de sortear el complejo panorama que se enfrentará en 2023, afirmó este lunes Citibanamex.
Al presentar el Examen de la situación económica de México al cuarto trimestre, el área de estudios del banco señaló que el panorama económico para México se ha complicado por diversos factores globales.
Por mencionar algunos, dijo, se encuentran la previsión de condiciones más astringentes en los mercados financieros, altas tasas de inflación y una significativa desaceleración económica en 2023, así como riesgos de una prolongación de los problemas en las cadenas de suministro y un posible nuevo escalamiento del conflicto entre Rusia y Ucrania.
“Ante este entorno global deteriorado, aumenta la necesidad de promover un entorno interno que impulse el crecimiento de corto y mediano plazo. En particular, se debe de procurar recuperar la confianza y proveer de certeza jurídica para observar mayor inversión”, señaló Citibanamex en el documento.
Según la institución financiera, el país debería aprovechar todo el potencial que podría recibir ante la relocalización (nearshoring) de las cadenas de producción, puesto que una expansión de la inversión potenciaría el crecimiento futuro, fortalecería el empleo y también las finanzas públicas.
Sin embargo, ciertos riesgos prevalecen ante esta oportunidad y es el hecho de la incertidumbre que ha generado el gobierno actual ante la cancelación de proyectos de infraestructura, así como la reciente entrada de la reforma eléctrica que ha llevado a países de Norteamérica a llevar consultas para buscar una solución”, precisó.
De esta forma, Citibanamex mantuvo su pronóstico de crecimiento en 3 por ciento para este 2022, mientras que para 2023 el estimado quedó en 1.4 por ciento.
Para el primer trimestre del siguiente año, el banco espera que el PIB se expanda 1 por ciento; en el segundo un avance de 0.3 por ciento; para el tercer trimestre prevé una caída de 1.1 por ciento y para el cuarto otra de 0.3 por ciento.
“Dentro de los riesgos a la baja destacan una recesión de Estados Unidos, mayores tasas de desempleo, un mayor deterioro en la inversión, y que China opte por reanudar la política sin restricciones por el Covid-19”, mencionó.
En tanto, precisó, el nearshoring destaca como el factor que podría impulsar el crecimiento de la actividad el siguiente año.