Justifica presidenta intervención del ejército para acallar protestas en Perú

La presidenta de Perú, Dina Boluarte, justificó ayer su decisión de sacar a las fuerzas armadas a las calles del país para contener las protestas en apoyo de su antecesor en el cargo, Pedro Castillo, en las que ya murieron 28 personas, debido a que muchos de los manifestantes “son azuzados por aliados del líder progresista para cometer actos violentos”.

Boluarte retomó los argumentos del primer ministro, Alberto Otárola, quien aseguró que los muertos durante las protestas, habrían sido manipulados por algunos políticos como el congresista de Perú Libre, Guillermo Bermejo, en entrevista para la cadena Willax TV.

La presidenta quiso distanciarse de Perú Libre, al afirmar que si bien se considera una mujer de izquierda, no sigue “una ideología radical”. Afirmó que a pesar de sus ideas políticas, quiere gobernar para todos el país. “Sólo quiero extender la mano y abrir mi corazón con mis hermanos y hermanas, resolver mis problemas que no se han resuelto en estos tiempos recientes. La responsable de esta crisis política no soy yo”, aseguró en conversación con la radiodifusora RPP.

Desde hace dos semanas, diversas protestas y bloqueos a las vías de comunicación han ocurrido en el país, particularmente en el sur andino, por parte de grupos de ciudadanos que exigen el cierre del Congreso y nuevas elecciones. Sin embargo, una mayoría decidió establecer una tregua por las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

La jefa de Estado pidió que permanezca la calma. “Quiero decirle a políticos y líderes detrás de la violencia (de las protestas) que la tregua no sea solo por Navidad o Año Nuevo, sino de aquí hacia adelante”.

Boluarte aseguró que la última jefa de gobierno de Castillo, Betssy Chávez, “le debe una respuesta al país” por su rol en el impasse.

 “Creo que ella no puede pasar desapercibida por toda esta crisis política que se ha generado en el país”, señaló Boluarte en alusión a Chávez, primera ministra en el momento en el que Castillo anunció la disolución del Parlamento y decretó un gobierno de excepción el 7 de diciembre.

Según la presidenta andina, Chávez “caminaba junto al ex presidente” Castillo y estuvo a su lado durante los meses recientes y dejó entrever que un grupo de políticos, a los que no ha mencionado, impulsaron al ex mandatario a tomar aquellas decisiones, que desembocaron en su destitución y detención.

En otra entrevista, Boluarte conjeturó que las protestas fueron orquestadas por el gobierno de Castillo. “Da la impresión, porque no es casualidad que se haya gestado el golpe de Estado ese 7 de diciembre y el día 8, casi como pop corn, empezaran a reventar a nivel nacional esta situación violentista”, en otra declaración al medio Exitosa.

En esa línea, la mandataria consideró que, detrás de los desmanes, hay un intento de deshacerse de las investigaciones del Poder Judicial y la Fiscalía de la Nación, en referencia a incendios y otras protestas ocurridas en instituciones del Poder Judicial.

Sin embargo, la gobernante relató que durante el año y medio del convulso gobierno de Castillo, siempre le mostró su apoyo para que cumpliera con su mandato, por lo que no entiende que se la califique de “traidora” y “usurpadora”.

En tanto, la elaboración de un informe acusatorio contra el depuesto mandatario y 19 de sus ex ministros continuó en el Parlamento con el objetivo de inhabilitarlos 10 años para ejercer funciones públicas. La bancada del izquierdista Perú Democrático presentó una propuesta en el Congreso para declarar como nula la moción de censura que destituyó a Castillo.

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