Por Víctor Barrera
Todo indica que la reforma electoral tiene pocas posibilidades de ser aprobada por el Poder Legislativo, sin embargo, la insistencia de López Obrador y sus legisladores de Morena, PT y PVEM, con advertir que se aplicará el Plan B, que es realizar modificaciones a leyes secundarias con el objetivo de empezar a debilitar al INE y en un corto plazo realizar reforma constitucional a modo.
Esto es una muestra de cómo la presente administración quiere destruir todo lo logrado hasta ahora para erigir organismos e institutos que le permitan tener continuidad en el poder.
Es por ello que Morena y sus aliados políticos presentan estas modificaciones legales que para ser aprobadas solo se necesita una mayoría de votos y por su puesto la obtendrán.
Pero esto ha dejado de lado problemas que enfrenta al país y que hasta el momento no se han podido solucionar, como lo es la pobreza, este mal que sigue incrementándose.
De acuerdo a las cifras de CONEVAL, en el país hasta el 2020 el número de pobres se ubica en 55.7 millones esto representa un incremento si se compara con las cifras que se tenían en 2018, cuando la cifra era de 51.9 millones, esto representan 3.8 millones de pobres más en un gobierno que prometió trabajar primero por lo pobres.
Este sector, que cada año se incrementa, ha representado la “clientela electoral” de Morena, que, a través de la distribución de programas sociales, permite captar un mayor número de votos.
Es cierto que, en administraciones anteriores del PRI y PAN, también se incrementó el número de pobres, y se utilizaron programas sociales como paliativos y captura de clientes, pero también es cierto que la gente voto por AMLO, porque confiaron en que en su administración su situación económica cambiaria, algo que no ha sucedido en muchas familias.
La llamada “clase media” a la que López Obrador ha calificado de “aspiracionistas”, se ha adelgazado, no para bien sino al contrario, mucha gente de este sector se ha ubicado en la pobreza y por ello se debe entender que, en la marcha del domingo, de alguna manera se mostró el hartazgo ante una administración federal de ocurrencias y pocos resultados positivos.
Entonces si se quieren hacer modificaciones al INE, estas deberán realizarse en el tiempo pertinente y a favor de ir perfeccionando nuestra democracia y no hacerla retroceder.
Por ello López Obrador, Morena y sus aliados deben entender que crear más problemas y aumentar el número de pobres ya no son las herramientas útiles para permanecer en el poder, porque la tolerancia de la gente también se acorta.
La mejor manera de continuar con el poder es ofrecer resultados positivos, disminuir el número de pobres en el país, crear fuentes de empleos con remuneraciones adecuadas que permitan obtener también los recursos vía impuestos para mejorar los sistemas de salud y educativo del país, así como demás servicios, de tal manera que al percibir la gente un cambio en su calidad de vida, el voto se daría sin necesidad de recibir 100, 500 o mil pesos, y los programas sociales tenderían a disminuir, enviando esos recursos al fortalecimiento de mayor infraestructura para captar más recursos.
La solución es fácil, pero los partidos políticos poco aceptan estas soluciones, prefieren el viejo estilo, comprar votos.
