“El mundo necesita a China”, afirmó el presidente, Xi Jinping, tras recibir hoy su histórico nombramiento para un tercer periodo como dirigente del Partido Comunista, y se consolidó como el líder más poderoso de la segunda potencia económica mundial desde Mao Tse-Tung, fundador de la República Popular.
“China no puede desarrollarse sin el mundo y el mundo también necesita a China”, declaró Xi, de 69 años. “Después de más de 40 años de esfuerzos incansables de reforma y apertura, creamos dos milagros: rápido desarrollo económico y estabilidad social de largo plazo”, agregó.
Este tercer mandato de Xi se hizo oficial cuando, por tradición, fue el primero en subir al escenario en el Gran Salón del Pueblo, donde concluyó antier el congreso quinquenal del Partido Comunista de China.
Le siguieron en orden descendente de rango los otros seis miembros del nuevo Comité Permanente del Buró Político, el máximo órgano de liderazgo de esa nación: Li Qiang, Zhao Leji, Wang Huning, Cai Qi, Ding Xuexiang y Li Xi. Por primera vez en 25 años este comité no cuenta con mujeres.
Horas antes se reveló que cuatro de los siete miembros del buró fueron sustituidos: Li Keqiang, número dos de la nación y quien orientó sus reformas al mercado en vez de ampliar el control del Estado en la economía; el jefe del partido en Shanghái, Han Zheng; el titular del organismo asesor del instituto político, Wang Yang, y Li Zhanshu, responsable de la legislatura.
Xi también fue confirmado para un tercer mandato en calidad de presidente del Consejo Militar del Comité Central del Partido Comunista. Tras su elección como secretario general del partido, tiene casi asegurada su elección como presidente del gobierno chino en la reunión anual del Congreso Nacional del Pueblo en marzo.
La sesión aprobó al secretario, los subsecretarios y los miembros del Comité Permanente de la Comisión Central de Control Disciplinario.
Xi será el primero en romper con la tradición de servir un máximo de dos lustros, ya que en 2018 enmendó la Constitución para eliminar el límite. El líder chino Deng Xiaoping introdujo la restricción en 1982 para evitar el regreso a un culto a la personalidad, al estilo del régimen de Mao Tse-Tung.
El sábado, tiempo local de Pekín, el Partido Comunista de China reafirmó, al dar por concluido su 20 congreso nacional, la continuidad del presidente al frente del partido.
La reunión de una semana incluyó en una resolución avalada por unanimidad las principales iniciativas de Xi relacionadas con la economía y las fuerzas armadas en la constitución del partido, así como su impulso para reconstruir y fortalecer la posición de esa fuerza política al declararla “absolutamente crucial” para el desarrollo y el futuro de la nación.
En la sesión de clausura, que presidió el mandatario, el congreso eligió un nuevo Comité Central, con 205 miembros y 171 miembros suplentes, y una nueva Comisión Central de Control Disciplinario, compuesta por 133 miembros.
La resolución del sábado indica que los casi 97 millones de miembros del congreso deberán “defender el rol central del camarada Xi Jinping en el seno del Comité Central del Partido y del instituto político en su conjunto”.
En un discurso anterior, Xi instó al partido a “sufrir” y a “ganar” para “seguir avanzando”.
“Atrévanse a luchar, atrévanse a ganar, entierren la cabeza y trabajen duro, estén determinados a seguir avanzando”, dijo Xi a los casi 2 mil 338 delegados congregados.
“El Partido Comunista de China tiene plena confianza y capacidad para obrar nuevos y mayores milagros en la nueva era y la nueva expedición”, aseguró.
El Congreso Nacional, añadió, “ha alcanzado el objetivo de unificar criterios, afianzar convicciones, definir con claridad el rumbo y alentar la voluntad combativa”.