Cerca de un millón de personas en países como Somalia, Afganistán o Yemen están amenazadas por una “hambruna catastrófica” y corren el riesgo de morir en los próximos meses si no llega ayuda humanitaria, advirtió el miércoles un informe de Naciones Unidas.
Esta cifra récord es consecuencia de la devastadora sequía en el Cuerno de África, indicó un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
El informe detalla la situación en 19 países considerados “puntos calientes” del hambre en el mundo, seis de los cuales están en “alerta máxima” según la ONU: Afganistán, Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur, Somalia y Yemen.
En estos seis estados, se espera que 970,000 personas cumplan en enero de 2023 los criterios de la llamada fase de “catástrofe” (5), el nivel más alto de la clasificación de seguridad alimentaria (FSC).
Se trata de situaciones en las que “la inanición y la muerte son una realidad cotidiana, y pueden producirse niveles extremos de mortalidad y desnutrición si no se actúa inmediatamente”.
Esta estimación es diez veces superior a la de hace seis años, “impulsada por los conflictos, el cambio climático y la inestabilidad económica agravada por la pandemia de covid-19 y las consecuencias de la crisis de Ucrania”, según el informe.
Los líderes mundiales pidieron el martes mayores esfuerzos para hacer frente a la creciente inseguridad alimentaria mundial.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció también el miércoles 2,900 millones de dólares en nuevas ayudas para combatir la hambruna.
Guatemala, Honduras y Malawi están en la lista de la ONU de “puntos calientes del hambre”.
La organización también está preocupada por el deterioro de la situación en la República Democrática del Congo, Haití, Kenia y Siria, que se clasifican como “muy preocupantes”.