La remodelación de la línea 1 del Metro causará molestias, pero ya era indispensable para garantizar la seguridad de los usuarios y reducir los tiempos de traslado, afirmó la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
En un recorrido de supervisión en la estación Balderas, que es acondicionada como terminal temporal, la mandataria informó que mañana se incrementará el número de trenes en las líneas 9 y 5, se rentarán más autobuses para las rutas alternas y se desplegará a 2 mil servidores públicos para orientar a los pasajeros sobre las alternativas de traslado.
Admitió que se causarán muchos problemas para los usuarios, pero se cuentan con dictámenes de que es necesaria, desde hace muchos años, su modernización. “No queremos que haya ningún riesgo y queremos dejar una línea 1 completamente nueva, que reduzca el tiempo de traslado a la mitad, que la gente vaya menos apretada y tenga mucho mayor confiabilidad en el servicio.
“Sabemos que el lunes va a ser un día complejo, pero va a estar desplegado prácticamente todo el gobierno, voy a estar muy atenta para que podamos orientarlos y que tengan el menor de los problemas.”
Desde ayer, ingenieros y técnicos adaptan la estación Balderas como terminal, con una ampliación del andén, colocación de una estructura sobre las vías hecha de acero, madera y material ignífugo, es decir, a prueba de incendios, a fin de agilizar el flujo.
El director del organismo, Guillermo Calderón, aseguró que el proceso de armado avanza de acuerdo con lo programado, así como el corte de la barra guía. “La cubierta es resistente para soportar 800 kilogramos por metro cuadrado, por más usuarios que pongamos, nunca llegarán a ese nivel”.
Este domingo continuarán los trabajos, por lo que se mantendrá el cierre de Observatorio a Isabel la Católica, y a partir de mañana se reanudará el servicio en este tramo y se cerrará de Salto del Agua a Pantitlán durante ocho meses.