Los dirigentes alemán Olaf Scholz, francés, Emmanuel Macron, e italiano, Mario Draghi, visitaron este jueves Ucrania para mostrar el apoyo europeo a Kiev, una semana antes de que la Unión Europea decida si el país puede oficialmente ser candidato a una adhesión al bloque.
A su llegada a Kiev, en tren, Macron dijo que con esta visita, la primera de los tres líderes a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero, querían dar “un mensaje sobre la unidad europea” y de “apoyo” a Kiev.
Los tres responsables europeos, acompañados también del mandatario rumano Klaus Iohannis, visitaron la ciudad de Irpin, en las afueras de Kiev, devastada durante las primeras semanas de la ofensiva rusa.
“Ucrania tiene que poder resistir y ganar” frente al ejército ruso, declaró Macron. “Francia está al lado de Ucrania desde el primer día (…) estamos al lado de los ucranianos sin ambigüedades”, reiteró, para acallar las críticas contra él después de que afirmara que no se debía “humillar” a Rusia.
El canciller alemán aseguró, por su parte, que “no sólo queremos manifestar nuestra solidaridad, también queremos asegurarnos que la ayuda que organizamos financiera, humanitaria, pero también cuando se trata de armas, continuará”, dijo el responsable en una entrevista al diario alemán Bild publicada este jueves.
“Continuaremos tanto tiempo como sea necesario para luchar por la independencia de Ucrania”, declaró el dirigente alemán, que invitó al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a participar en la próxima cumbre del G7 en Alemania a finales de junio.
Como otros responsables extranjeros que viajaron a Kiev antes que ellos, los dirigentes europeos visitaron las calles de la asolada ciudad, caminando entre edificios destruidos y coches calcinados.
“Reconstruiremos todo”, declaró Draghi.
Cientos de civiles murieron en las ciudades de Irpin, Bucha y Borodianka, en la periferia de Kieva, durante la ocupación rusa en marzo. Se están llevando a cabo varias investigaciones internacionales para determinar quiénes son los culpables de estos crímenes de guerra, que Kiev atribuye a las fuerzas rusas.