El Banco Mundial bajó la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) de México, al pasarla de 2.1 por ciento a 1.7 por ciento para este 2022.
En la presentación de Perspectivas Económicas Mundiales, el organismo internacional señaló que para el próximo año la perspectiva se ubica en 1.9 por ciento, debido principalmente a una política monetaria más restrictiva, y una alta inflación ocasionada, principalmente, por la guerra entre Rusia y Ucrania.
“La economía de México, por su parte, se expandirá un 1.7 por ciento en 2022 y un 1.9 por ciento en en 2023, a medida que las políticas monetarias más restrictivas, la alta inflación, la incertidumbre política y la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos tiene repercusiones en la economía mexicana”, señaló.
Detalló que la guerra en Ucrania está teniendo efectos considerables en la región de América Latina a través del alza de precios de los productos básicos y el debilitamiento del crecimiento mundial.
Los ingresos de exportación y la situación fiscal de algunos países exportadores de productos básicos regionales se están beneficiando, pero los efectos económicos positivos se ven contrarrestados por el aumento de los precios al consumidor, una confianza más débil y el aumento de las tasas de interés nacionales y mundiales.
De manera global, el Banco Mundial señaló que el crecimiento mundial descenderá fuertemente este año, al pasar de un crecimiento de 5.7 por ciento en 2021 a un 2.9 por ciento este año, una cifra considerablemente menor al 4.1 por ciento que se anticipó en enero.
El presidente del Banco Mundial, David Malpass, dijo que el crecimiento global está siendo golpeado por la guerra, los confinamientos por el Covid-19 en China, las interrupciones en la cadena de suministro y el riesgo de estanflación, un período de expansión magra y precios elevados visto por última vez en la década de 1970.
“El peligro de estanflación es considerable hoy”, escribió Malpass en el prólogo del informe.
“Es probable que el crecimiento modesto persista a lo largo de la década debido a la débil inversión en la mayor parte del mundo. Con la inflación ahora alcanzando máximos de varias décadas en muchos países y se espera que la oferta crezca lentamente, existe el riesgo de que la inflación se mantenga alta por más tiempo”.
Entre 2021 y 2024, se proyecta que el ritmo de crecimiento mundial se desacelere en 2.7 puntos porcentuales, dijo Malpass, más del doble de la desaceleración observada entre 1976 y 1979.
Además, el organismo prevé que el crecimiento se desacelarará bruscamente en América Latina y el Caribe, llegando a sólo un 2.5 por ciento este año y con una nueva ralentización hasta un 1.9 por ciento en 2023.