El mandatario centrista Emmanuel Macron se comprometió este sábado a trabajar “sin descanso” en pos de una Francia “más independiente” y “más fuerte”, al asumir un nuevo mandato de cinco años tras la pasada elección presidencial.
“Actuar sin descanso con un objetivo: ser una nación más independiente, vivir mejor y construir nuestras respuestas francesas y europeas a los desafíos de nuestro siglo”, dijo Macron durante una ceremonia sobria en el Palacio del Elíseo.
Su investidura llega a poco más de un mes de las elecciones legislativas, en las que buscará renovar su mayoría parlamentaria, si bien una gran parte de franceses, según los sondeos, quiere que la pierda.
A diferencia de 2017, su alianza de centro-derecha afrontará un frente de izquierdas, que busca impedir que Macron lleve a cabo polémicas reformas como el retraso de la edad de jubilación, así como una extrema derecha fuerte.
Macron se convirtió el 24 de abril en el primer mandatario en lograr la reelección en dos décadas tras derrotar de nuevo a la ultraderechista Marine Le Pen con un 58,55% de votos, unos 7,5 puntos menos de ventaja que en 2017.
En sus primeras palabras después que el presidente del Consejo Constitucional, Laurent Fabius, proclamara los resultados y recordara la “acumulación de crisis” durante su primer mandato, prometió ser un “presidente nuevo”.
Elegido en 2017 con un impulso reformista y europeísta, el político liberal enfrentó una serie de protestas sociales contra su política hacia las clases populares, una pandemia mundial y los efectos de la guerra en Ucrania.
“Este pueblo nuevo, diferente de hace cinco años, confió a un presidente nuevo un mandato nuevo”, aseguró Macron, de 44 años, que prometió “unir y pacificar” Francia, así como “legar un planeta más habitable” y un país “más fuerte” a las futuras generaciones
La ceremonia de investidura se celebró en el salón de baile del Elíseo ante unos 450 invitados, entre ellos sus predecesores, el socialista François Hollande y el conservador Nicolas Sarkozy, así como miembros de su gobierno.
La lujosa sala también acogió a ex primeros ministros, como Manuel Valls –un exsocialista que se pasó a las filas de Macron–, así como diputados, sindicalistas, religiosos, deportistas, jóvenes, trabajadores sanitarios, etc.
“Es una extensión de un ritual casi monárquico, básicamente es una especie de coronación del monarca republicano”, indicó a la AFP el historiador Jean Garriques, para quien la presencia de militares obedece al contexto.
En los jardines del Elíseo, de pie y solo, Macron escuchó la salva de 21 cañonazos disparados desde la cercana explanada de los Inválidos, antes de escuchar la Marsellesa, el himno nacional, y pasar revista a las tropas.
Su nuevo mandato comenzará oficialmente el 14 de mayo. Para marcar la ocasión, Macron busca nombrar un nuevo primer ministro, una elección que se anuncia compleja como muestra el hecho de que el gobierno actual seguirá hasta al menos la víspera.
En un contexto de “paisaje político fracturado” sin una real cultura de partido, el jefe de Estado enfrenta “evidentemente dificultades para encontrar la persona idónea”, agregó el experto en historia política.
La elección presidencial evidenció un paisaje político de tres bloques: un centro con Macron y sus aliados de centro-derecha, una extrema derecha dividida en dos partidos, y una izquierda, liderada por su ala radical.
La próxima cita electoral será las legislativas del 12 y del 19 de junio, una votación clave para que Macron pueda llevar a cabo su programa, si bien la oposición, que las considera una “tercera vuelta” de la presidencial, ya está en marcha.
El izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que logró casi un 22% de votos en la primera vuelta de la presidencial, se erigió en líder de un frente unido con socialistas, comunistas y ecologistas, que celebrará este sábado su primer acto.
La República en Marcha (LREM) del presidente anunció cambiar de nombre a “Renacimiento” con el objetivo de reequilibrar su alianza de centro-derecha y atraer a los desilusionados con la unión de izquierda, sobre todo socialistas.
El partido de derecha Los Republicanos lanzará oficialmente también este sábado su campaña, tras la debacle de la presidencial con 4,8% de votos. El polemista ultraderechista Éric Zemmour también reunirá a sus candidatos a diputado.