Durante su comparecencia ante la Comisión de hacienda del Senado de la República, la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, reconoció que el balance de riesgo para la inflación se ha deteriorado por lo que se mantendrá un panorama complejo dentro del país.
Anticipó que la inflación subyacente anual, indicador que mide el precio de consumo a corto plazo, seguirá aumentando en la primera mitad de 2022, “para luego disminuir y converger a niveles cercanos al 3 por ciento a mediados de 2023”.
Subrayó que los efectos de los choques asociados con la pandemia, no han terminado de resolverse y se han agregado mayores presiones de los energéticos y otras materias primas derivadas del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania
Respecto a las previsiones de crecimiento del Banco de México, para 2022, “se prevé una expansión del PIB de entre 1.6 y 3.2 por ciento, con una estimación puntual de 2.4 por ciento. Para 2023 se anticipa un crecimiento del PIB entre 1.9 y 3.9 por ciento con una estimación puntual de 2.9 por ciento”.
La gobernadora de Banxico dijo que si bien no está exento de episodios de volatilidad, el peso mexicano ha podido absorber hasta ahora “las diversas perturbaciones provenientes del exterior con eficiencia y solidez, operando desde octubre del año pasado a la fecha en un rango entre los 19.79 y los 21.92 pesos por dólar”.
Dijo que en un régimen de tipo de cambio flexible, es precisamente el papel del tipo de cambio, permitir acomodar los choques externos y contribuir a amortiguar un mayor impacto sobre la economía real.